Chema( natural de Cubo de Bureba ) y Ana( briviescana, de "pura cepa" ), abrieron para quedarse eternamente en esos corazones briviescanos, y ante la mirada de soslayo, de esa iglesia; superviviente, ante el improperio del tiempo, que es, la Excolegiata de Santa María.
Pinchos varios, su excelente tortilla, y las esmeradas patatas bravas "condimentan" , en especial, ese "buen hacer" alimenticio y estratégico.
Porque de "lo malo", que son todas las horas que se meten, sea fiesta o no; "emerge" en positivo, esa "clan relacional" y muchas veces afectivo, que se crea con mucha gente; ya no solo son clientes, son unos buenos amigos, asiduos a su pequeño negocio; con esa cercanía, tan enriquecedora.
Lo que si ha cambiado, es la manera de alternar; esos chiquiteos, esas cuadrillas, esos grupos compactos, van desapareciendo; ante esa cruel "dinastia", que es la crisis, el cambio de relaciones; y esas redes sociales, que aniquilan el "cuerpo a cuerpo".
Como anécdotas, dos, bien bonitas; una que "deletrea", esas constantes horas de faena; cuando un domingo, nuestra protagonista, Ana, dio el vermut, en el "curro", fue a descansar a casa; y por la noche, dio a luz, a su querido hijo.
La otra, el nacimiento de alguna pareja, en este cálido establecimiento; y que todavía, existen, y "vadean" , recuerdos y sentimientos.
Por último, recuerdan la fase de el Covid, muy perjudicial y dañino para muchos establecimientos, y en la que "tocó" y tuvieron que aguantar estoicamente, como todos los demás.
Karpov.
( Artículo basado en la entrevista del 15 de mayo del 2024; y "aderezado" personalmente ).
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