Oficialmente, hasta la fecha, dos ex-campeones mundiales habían estado oficialmente en Burgos, el genial jugador cubano, Raúl Capablanca, en los años 20 del siglo pasado; y el ruso Anatoli Karpov, en octubre del 2003, y donde tuve el gran privilegio de jugar con él, en simultáneas.
Pues bien, Ponomariov, es el tercero de esta lista, residente en Getxo, con mujer española, y qué fue campeón del mundo del 2002 al 2004, y todavía ostenta el récord, de ser el jugador más joven en conseguirlo; aunque hay qué reconocer qué en esa época había dos campeonatos del mundo paralelos, el de la Fide, qué ganó Ponomariov, y el clásico, donde teóricamente estaban los dos jugadores más fuertes, Kasparov y Kramnik; en esos años había dos campeones del mundo, aunque el torneo oficial era el qué ganó nuestro protagonista.
SEDE FEDERACIÓN BURGALESA DE AJEDREZ.
LA CONFERENCIA.
EL PÚBLICO.
Ponomariov, con un castellano correcto,pero justito, sin poder llegar a profundizar en los temas, intentó dar cabida a todas las preguntas, destacando qué para él, el ajedrez, era más qué un juego, era un continuo estudio, era un continuo aprendizaje , qué de cada jugador o estudio, había qué sacar lo bueno y lo positivo; y también había qué aprender a tener autoestima hacia uno mismo.
Qué cuando se convirtió en campeón, intentó qué su vida no cambiara mucho para él, aunque el ser un jugador profesional tiene su dureza, y sus obligaciones, y volvió a insistir en un estudio seguido, de este bonito deporte, pero observando también otras prioridades en la vida.
Por último, fuera de tema, al ser preguntado sobre la situación de su país, se alineó por su teórico país, Ucrania.
ENTREGA RECORDATORIO.
FOTO EN FAMILIA.
AUTÓGRAFOS.
FINAL.
Por la tarde, una sesión de simultaneas, a cargo de Ponomariov,en el museo de la evolución,cerraron el acto.
Karpov.
